Ayude a preservar el brillo natural de sus joyas y evite que sus piedras preciosas y minerales se rayen, deformen, decoloren o rompan con estos consejos rápidos y fáciles de recordar.
- Turquesa
La turquesa es una piedra hermosa y natural que no es difícil de limpiar con algunos recordatorios clave. Tenga en cuenta que la turquesa absorbe líquidos con mucha facilidad, por lo que es muy importante no remojar la piedra en agua, ya que esto puede reducir la dureza de la piedra. La turquesa también es muy sensible al calor y a los productos químicos, por lo que desaconsejamos enfáticamente limpiar las piedras turquesas con limpiadores ultrasónicos usando un concentrado de limpieza de joyas o agregando detergentes, limpiadores o soluciones. Nuestro consejo es tomar un paño suave húmedo y frotar suavemente la piedra y dejar secar al aire.
- labradorita
La labradorita es una piedra relativamente blanda que se puede rayar fácilmente si se manipula con demasiada dureza. Los cepillos de dientes, los limpiadores ultrasónicos y los vaporizadores no se recomiendan para limpiar piedras de labradorita debido a la facilidad con la que se pueden dañar. Para limpiar la labradorita, recomendamos un método simple usando un jabón suave para platos, agua tibia y un paño de microfibra. Humedezca el paño con jabón y agua tibia y limpie suavemente la superficie de la piedra. Puede enjuagar la piedra con agua. Asegúrese de que todo el jabón se haya enjuagado para evitar que queden residuos de jabón. Deje secar al aire. Además, sugerimos una limpieza regular para mantener la belleza de la piedra y protegerla de la humedad cuando se guarde.
- perlas
Las perlas son piedras especiales que son muy sensibles a los ácidos y al exceso de humedad. Se desaconsejan encarecidamente los blanqueadores, los limpiadores en polvo y los limpiadores domésticos líquidos. Las perlas también son vulnerables a los arañazos. Los cepillos de dientes que entran en contacto con otras piedras preciosas pueden dañar la superficie de la perla. Nuestra regla general es limpiar las perlas solo con agua, un paño suave y jabón sin detergente. Humedezca el paño suave con agua y jabón y limpie suavemente las perlas. Asegúrese de mirar dentro de los orificios perforados en las perlas, ya que la suciedad puede acumularse más en estas áreas. Seque y pula con un paño suave y seco. Para ayudar a preservar el brillo de su perla, también recomendamos no usar perlas cuando se duche, se aplique perfume, spray para el cabello o maquillaje. Además, sugerimos limpiar las perlas con un paño suave antes de guardarlas para eliminar cualquier residuo de sudor.
- Cuerno/Hueso
Las joyas de cuerno/hueso son muy duraderas y requieren un cuidado mínimo para conservarlas. Una simple nota mental para esta tendencia de joyería: evite el contacto con el agua. No recomendamos sumergir o remojar joyas de hueso/cuerno en agua. Además, evite el contacto con el agua cuando los use, se duche o nade. Las joyas de cuerno/hueso no toleran bien la humedad, ya que esto puede hacer que las joyas se agrieten o se deformen. Para limpiar joyas de cuerno/hueso, recomendamos usar un paño suave y seco para eliminar la suciedad de la superficie del hueso. Luego, aplique aceite de coco o de jojoba para evitar que el cuerno/hueso se agriete. Cuando las almacene, guarde las joyas de hueso/cuerno en un lugar seco y lejos de otras joyas para evitar que se rayen con otras superficies.